La relación de Vincent Van Gogh con otros artistas de su época fue una que fluctuó entre la admiración y la rivalidad. Aunque Van Gogh era un solitario en gran medida y trabajó en gran aislamiento, estaba muy informado sobre las tendencias artísticas contemporáneas y mantuvo correspondencia y relaciones con varios artistas de su tiempo.
Uno de los artistas con los que Van Gogh mantuvo una relación cercana fue Paul Gauguin. Los dos se conocieron en Arles, en el sur de Francia, en 1888. A pesar de que al principio se llevaban bien, su relación se deterioró y terminó en una pelea. No obstante, ambos artistas influenciaron mutuamente en su arte, especialmente en el uso del color. Van Gogh admiraba el uso de colores vivos y primarios de Gauguin, mientras que Gauguin se inspiró en la técnica de impasto de Van Gogh.
Otro artista con el que Van Gogh se relacionó fue Émile Bernard. Van Gogh admiraba el arte de Bernard y su técnica de imprimación, y los dos intercambiaron cartas y dibujos. Bernard, a su vez, admiraba el uso del color de Van Gogh y se inspiró en sus pinturas.
Además de estas relaciones cercanas, Van Gogh también se relacionó con otros artistas de la corriente del postimpresionismo, como Georges Seurat y Paul Cézanne. Aunque no tuvo relaciones personales con ellos, sus obras influyeron en el arte de Van Gogh y él mismo admiraba su técnica y estilo.
En resumen, la relación de Van Gogh con otros artistas de su época fue una que fluctuó entre la admiración y la rivalidad. Aunque Van Gogh era en gran medida un solitario, estaba muy informado sobre las tendencias artísticas contemporáneas y mantuvo correspondencia y relaciones con varios artistas de su tiempo, como Paul Gauguin, Émile Bernard, Georges Seurat y Paul Cézanne, quienes influenciaron en su arte y viceversa.
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