1 Acabada toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios, en los tesoros de la casa de Dios.
Salomón traslada el arca al templo
(1 R. 8.1-11)
2 Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel y a todos los príncipes de las tribus, los jefes de las familias de los hijos de Israel, para que trajesen el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sion. 3 Y se congregaron con el rey todos los varones de Israel, para la fiesta solemne del mes séptimo. 4 Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel, y los levitas tomaron el arca; 5 y llevaron el arca, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios del santuario que estaban en el tabernáculo; los sacerdotes y los levitas los llevaron. 6 Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había reunido con él delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por ser tantos no se pudieron contar ni numerar. 7 Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines; 8 pues los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrían por encima así el arca como sus barras. 9 E hicieron salir las barras, de modo que se viesen las cabezas de las barras del arca delante del lugar santísimo, mas no se veían desde fuera; y allí están hasta hoy. 10 En el arca no había más que las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, con las cuales Jehová había hecho pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto. 11 Y cuando los sacerdotes salieron del santuario (porque todos los sacerdotes que se hallaron habían sido santificados, y no guardaban sus turnos; 12 y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas), 13 cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
Versículos más Leídos de 2 Crónicas 5
2 Crónicas 5:13
"cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová."
2 Crónicas 5:14
"Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios."
El significado de 2 Crónicas 5
2 Crónicas 5 describe el momento solemne en que el rey Salomón lleva el arca del pacto al Templo que había construido, un acto de gran importancia para el pueblo de Israel. Este evento marca la presencia de Dios en el Templo y simboliza la comunión entre Dios y su pueblo. La celebración incluye cantos y sacrificios, enfatizando la unidad y reverencia hacia Jehová.
La aparición de la nube, que representa la gloria de Dios llenando el Templo, muestra que Dios acepta el lugar como su morada y señala su santidad y majestad. Esta manifestación de su presencia recuerda a Israel que Dios está con ellos y responde a sus actos de adoración y obediencia.
Este capítulo también refleja la importancia de la música y la adoración en la vida espiritual de Israel, destacando cómo el alabanza colectiva une al pueblo en una sola voz y en la celebración de la misericordia y bondad de Dios.
Preguntas frecuentes de 2 Crónicas 5
1. ¿Por qué fue importante trasladar el arca al Templo?
El traslado del arca al Templo simboliza que el Templo es el lugar permanente de la presencia de Dios en medio de su pueblo. El arca, que contenía las tablas de la ley, era un recordatorio del pacto entre Dios e Israel y la evidencia de su fidelidad y presencia.
2. ¿Qué simboliza la nube que llenó el Templo?
La nube representa la gloria de Dios y su santidad. En el Antiguo Testamento, la nube a menudo acompañaba la presencia de Dios, como en el Monte Sinaí y en el tabernáculo. Al llenar el Templo, la nube señala que Dios acepta este lugar como su morada y santifica el Templo.
3. ¿Por qué los sacerdotes no podían ministrar debido a la nube?
La presencia de la nube indicaba la gloria y santidad abrumadora de Dios. La intensidad de su presencia impedía que los sacerdotes continuaran con sus funciones, resaltando que el poder de Dios es supremo y que su gloria no puede ser contenida ni administrada por los hombres.
4. ¿Qué rol cumple la alabanza en este capítulo?
La alabanza en este capítulo une al pueblo en adoración y reconocimiento de la bondad y misericordia de Dios. Los músicos y cantores declaran que "su misericordia es para siempre," y su alabanza se convierte en un acto de comunión con Dios y entre ellos.
5. ¿Cómo se relaciona este evento con otros relatos de la presencia de Dios en la Biblia?
La presencia de Dios manifestada en forma de nube también se observó en el tabernáculo en el desierto, en el Monte Sinaí, y en otras teofanías del Antiguo Testamento. Estas manifestaciones de Dios muestran su constante deseo de estar con su pueblo y guiarlo en fidelidad y obediencia.
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