Las tres tentaciones de Jesús en el desierto de Judea son un episodio bíblico que se encuentra relatado en los Evangelios de Mateo, capítulo 4, versículos del 1 al 11, y en Lucas, capítulo 4, versículos del 1 al 13. Este evento ocurrió justo después del bautismo de Jesús por Juan el Bautista y antes de que comenzara su ministerio público.
En cada una de estas tentaciones, Jesús respondió citando la Escritura y rechazó a Satanás, demostrando su compromiso con la voluntad de Dios y su resistencia ante las tentaciones mundanas. Estas pruebas representan la lucha de Jesús contra el mal y la afirmación de su identidad divina y misión redentora.
Primera tentación. Convertir piedras en pan.
La Primera Tentación, también conocida como "Convertir piedras en pan", es uno de los episodios más destacados del relato bíblico sobre las tentaciones de Jesucristo.
Según la Biblia, después de haber sido bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán, Jesús se retiró al desierto durante cuarenta días para ayunar y meditar. Durante ese tiempo, Satanás se acercó a él y le hizo tres tentaciones para intentar desviarle de su misión y propósito divino.
La Primera Tentación se centra en el hambre de Jesús después de haber ayunado durante cuarenta días. Satanás le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan". La tentación aquí radica en la sugerencia de que Jesús use su poder divino para satisfacer sus necesidades físicas inmediatas y poner fin a su ayuno.
Sin embargo, Jesús respondió a Satanás citando las Escrituras y diciendo: "Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4). Esta respuesta demuestra que Jesús no cae en la trampa de Satanás y que entiende que su misión no se trata de satisfacer sus necesidades personales, sino de cumplir la voluntad de Dios y llevar a cabo su plan para la salvación de la humanidad.
La Primera Tentación es significativa porque muestra la fortaleza espiritual de Jesús y su resistencia ante las tentaciones mundanas. Además, resalta la importancia de priorizar lo espiritual sobre lo material y recordar que nuestra relación con Dios y la obediencia a su voluntad deben estar por encima de nuestras necesidades terrenales.
Segunda tentación. Saltar desde lo alto del templo y ser salvado por ángeles.
La Segunda Tentación es una referencia al relato bíblico que se encuentra en el Evangelio de Mateo, Capítulo 4, versículos del 5 al 7, y también en el Evangelio de Lucas, capítulo 4, versículos del 9 al 12. Este episodio narra uno de los momentos clave en la vida de Jesucristo, donde es tentado por el diablo después de haber ayunado durante cuarenta días y cuarenta noches en el desierto.
En esta segunda prueba, el diablo lleva a Jesús a lo alto del templo en Jerusalén y le dice: "Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, porque está escrito: 'A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra alguna'".
El diablo está citando el Salmo, capítulo 91, versículos del 11 al 12, que dice:
"Porque a sus ángeles mandará acerca de ti,
que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
para que tu pie no tropiece en piedra."
En esencia, la tentación es desafiar a Jesús a demostrar su divinidad arrojándose desde lo alto del templo y confiando en que los ángeles lo salven. El objetivo del diablo es poner a prueba la confianza de Jesús en Dios y ver si caerá en la trampa del orgullo y la autosuficiencia.
Sin embargo, Jesús responde al diablo diciendo: "También está escrito: 'No tentarás al Señor, tu Dios'". Con esta respuesta, Jesús rechaza la tentación y reafirma su obediencia a Dios y su voluntad.
Tercera tentación. La oferta de todos los reinos del mundo.
La Tercera Tentación, también conocida como la "Tentación del Poder" o la "Oferta de Todos los Reinos del Mundo", es un episodio bíblico que se encuentra en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. La historia narra el momento en que Satanás se acerca a Jesucristo durante su periodo de ayuno en el desierto y le presenta tres tentaciones para poner a prueba su naturaleza divina.
La Tercera Tentación ocurre después de que Jesús ha resistido las dos primeras tentaciones de Satanás, que involucraban transformar piedras en pan para saciar su hambre y demostrar su divinidad lanzándose desde el pináculo del templo. En esta tercera y última tentación, Satanás lleva a Jesús a una montaña alta y le muestra todos los reinos del mundo en un instante. A continuación, le hace una oferta tentadora:
"Todo esto te daré, si postrado me adoras."
La oferta de Satanás es darle el poder y el dominio sobre todos los reinos del mundo, pero a cambio, Jesús debe adorar a Satanás. La implicación detrás de esta tentación es que Jesús podría lograr su misión de redimir a la humanidad y establecer su reino en la Tierra a través de la autoridad política y el poder terrenal.
Sin embargo, Jesús rechaza enérgicamente la tentación y responde:
"Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás."
Con esta respuesta, Jesús deja en claro que solo adorará y servirá a Dios, y no se someterá a la tentación de obtener poder a través de medios impíos.
La Tercera Tentación es un relato poderoso que destaca la humildad y el compromiso de Jesucristo con su misión divina. Al rechazar el ofrecimiento de poder terrenal, demuestra que su reino no es de este mundo y que su propósito es espiritual y trascendente. La historia también enfatiza la importancia de resistir las tentaciones y mantenerse fiel a los principios morales y espirituales, incluso frente a las promesas de poder y riqueza.
¡Comparte y obtén un 15% de descuento!
¡Simplemente comparte este producto en una de las siguientes redes sociales y desbloquearás un 15% de descuento!